Con la apariencia típica de un gran turismo norteamericano de la década de 1950, este Ford Fairlane desempeñaba, en La Habana, la labor de taxi, aunque son pocos los signos exteriores que lo acreditan como tal: carece de luces especificas, solo lleva el nombre del propietario, José, y un letrero con la palabra taxi.
Perteneciente a la colección Taxis del Mundo de Altaya, este es el Nº6 de la colección.
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